Mérida, Yucatán, 29 de noviembre de 2017.- De acuerdo con información de Milner Rolando Pacab Alcocer, jefe del Departamento de Lengua y Cultura Maya de la dependencia, en 171 preescolares se realiza dicha práctica y el 76 por ciento de la matrícula porta el traje regional el día lunes. Asimismo, el 97 por ciento interpreta el himno en lengua maya, el 16 por ciento la usa al recitar el juramento y el nueve por ciento de sus escoltas da las órdenes con ésta.
Hoy en día, la escuela es el espacio ideal para fomentar los valores y la conservación de la identidad cultural yucateca, es por eso que más de 13 mil 500 niñas y niños de preescolar y primaria usan el traje típico y la lengua maya durante los homenajes.
“El terno o vestido de las mujeres y el traje de mestizo de los varones forman parte del orgullo local y es importante que en el colegio se enseñe su valor y trascendencia, pues es también un referente a nivel nacional e internacional”, indicó Víctor Caballero Durán, titular de la Secretaría de Educación del Estado (Segey).
Además, en las 79 primarias registradas con estas costumbres, el 43 por ciento del alumnado utiliza el traje para los eventos cívicos, el 94 por ciento canta el himno nacional en idioma originario y el 58 por ciento lo utiliza al pronunciar el juramento. De igual forma, el 34 por ciento de las escoltas en estos planteles otorgan las instrucciones con esta lengua.
Pacab Alcocer mencionó que actualmente la Segey realiza un muestreo en 70 escuelas que pertenecen a la Dirección de Educación Indígena, con el fin de conocer cuántos alumnos más implementan estas acciones.
El traje regional yucateco, que data del siglo XIX y tiene connotaciones históricas y culturales, experimenta actualmente algunas modificaciones, entre las que se encuentran la inclusión de diversos elementos de adorno.
Sin embargo, el de mujeres se distingue por ser de tres piezas que son el jubón, huipil y fustán, además de que se diferencia por ser bordado a mano con punto de cruz. En el caso de los hombres, consta de filipina de lino, pantalón blanco, sandalias, mejor conocidas como alpargatas, y sombrero de paja tipo jipijapa o panamá, fabricado en nuestro territorio.
Las mujeres también se adornan el cuello con largos y lujosos rosarios de filigrana de oro y gruesas cuentas de coral, y se recogen el cabello en un peinado que llaman t’uch.
En este sentido, Yucatán se distingue porque a pesar de los efectos de la globalización, el atuendo típico se preserva como parte de las costumbres de la región.
