Mérida, Yucatán, 29 de julio de 2020.- Ganaderos yucatecos se sienten abandonados por el gobierno federal al dejarlos sin apoyos para enfrentar la sequía, las inundaciones que dejó ‘Cristóbal’ y los efectos de la crisis económica por COVID-19.
Y es que la pandemia, ha ocasionado que el precio del ganado registre una caída del 35 por ciento lo que hace complicado mantener actividad.
El presidente de la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán, Esteban Abraham Macari, dijo que el retiro de subsidios a diversos programas y fondos representan 500 millones de pesos del presupuesto federal que se han dejado de otorgar al campo yucateco.
Citó, como ejemplo, los aretes de rastreo que se coloca a los animales, ya que ahora cada uno ya les cuesta 45 pesos, cuando antes su precio era de 30 pesos al existir un subsidio para ello, lo que afecta a sus 5 mil 300 socios.
Sin respaldo federal
De igual manera, se dejaron de aportar por parte de la Federación recursos para el Fondo de Aseguramiento que se activa en caso de desastres naturales y que, en la actualidad, es absorbido parcialmente por la Confederación Nacional Ganadera.
Alertó que los recortes presupuestales federales ponen en jaque el estatus sanitario que, hasta ahora, permite la exportación de ganado a Estados Unidos y otros países.
El también presidente de la Unión de Criadores de Ganado Bovino de Registro del Estado dijo que esta situación es preocupante porque no se cuenta con las partidas de dinero suficientes para los comités de sanidad y la operación de las ‘volantas’ que vigilan a los hatos ganaderos.
Por su parte, el líder de la Unión Ganadera General Regional de Yucatán, Roger Díaz Mendoza, que representa a 1,700 productos de 82 municipios lamentó que se encuentren cerradas las ventanillas de atención y no exista un interlocutor del gobierno federal con el sector.
Reveló que ante la difícil situación por la que atraviesan sus representados, en su mayoría pequeños ganaderos, ya valoraban la posibilidad de vender a sus animales y retirarse de la actividad.
Sin embargo, la entrega de herbicidas, alimento y la apertura del programa ‘Peso a peso’ que son del gobierno estatal los animó y decidieron continuar para levantar sus ranchos y hatos.
Ambos entrevistados coincidieron en que continúan las ventas y se trabaja para garantizar el abasto de carne.
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