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Los superpoderes del tiburón martillo

Un mayor monitoreo y conocimiento de sus poblaciones puede ayudar a la supervivencia de las especies y a mejorar el comercio sustentable. Conoce más en nuestro interactivo
Son capturados como alimento, aunque en un nivel bajo en relación a otros peces. “Tenemos un consumo aparente de todas las especies de tiburones de 42 mil toneladas al año en México”. Esto significa que además de su función para mantener el balance en los ecosistemas marinos, son especies de valor socioeconómico.
 
Sosa-Nishizaki agrega que uno de los retos para los que estudian los tiburones en México es quitar la imagen de que es cazado sólo por las aletas que son muy apreciadas en el mercado asiático. “En México se usa la carne y en este sentido no hay una matanza indiscriminada. No se hace sólo ‘aleteo’ porque en realidad ambos productos son apreciados y tienen precio. Hay mercado para ambos y los pescadores mexicanos hacen un uso completo de sus organismos, lo que está considerado en los acuerdos internacionales, pues mientras se realice una pesca sustentable, se convierte en un buen recurso pesquero”.
 
Un mejor conocimiento y monitoreo de sus poblaciones también redunda directamente en la conservación de los escualos. En este sentido, recientemente se presentó el estudio “Movimientos de tiburones martillo (Sphyrna lewini)» en la Isla del Coco, Costa Rica y entre islas oceánicas en el Pacífico Oriental Tropical. En esta investigación participaron especialistas de siete países; entre ellos Elena Nalesso, egresada del CICESE, quien bajo la dirección del doctor Oscar Sosa-Nischisaki, es la principal autora del artículo. El texto demuestra la importancia de las áreas marinas protegidas y la necesidad de extenderlas hasta las rutas migratorias que utilizan estos animales para garantizar la protección de esta especie en peligro de extinción.
 
“Aunque se trata de una ruta fuera de nuestro territorio, nos ayudó a entender la dinámica de utilización de diferentes islas que al tener cierta conectividad, se convierten en corredores marinos. Esto mismo sucede con especies terrestres, como por ejemplo los felinos que atraviesan México y llegan hasta Centroamérica”.
 
Para llevar a cabo estos estudios, vitales para entender el comportamiento de los animales, se utilizan técnicas de monitoreo acústico. Esta investigación se llevó a cabo de la mano de un grupo de científicos con base en el Pacífico Tropical Oriental, quienes han marcado tiburones martillo con transmisores acústicos en los puntos críticos de las islas oceánicas dentro del área protegida marina del Parque Nacional de Isla del Coco, en Costa Rica; Parque Nacional Galápagos, Ecuador; y el Parque Natural de Malpelo en Colombia.
 
El entrevistado señala que estos medios de marcaje y rastreo son muy importantes para encontrar corredores que son parte sustancial de los movimientos de la biodiversidad y que también el grupo del doctor Mauricio Hoyos, otro de los grandes expertos en tiburones a nivel nacional, ha puesto en práctica para analizar los desplazamientos de grupos que van hacia las Islas Revillagigedo.
 
Los tiburones martillo sólo se reproducen una vez al año. La escena amorosa es un tanto violenta: el tiburón macho muerde a la hembra hasta que ella acepta aparearse con él. Se dan a luz a crías vivas, entre 12 y 15, aunque la cifra aumenta considerablemente para los mokarran. Recientemente se descubrió una nueva área de crianza de Sphyrna lewini en la zona costera de Santa Cruz, en las Galápagos.
 
El investigador explica que en nuestro país, algunas especies que estaban en el Golfo de California, como mokarran se han “extirpado”. Este término técnico no quiere decir que se hayan extinguido, sino funciona para explicar que ya no se quedan en el lugar, pues aparecen poco o nada en los registros de capturas que, sin embargo, no tienen la especificidad deseada.
 
Se necesita hacer un seguimiento por especie para entender variaciones y tendencias por año y región”.
 
Es así que el reto también es fortalecer la base de datos y proteger los corredores migratorios para saber cómo se van comunicando estas poblaciones o si se trata de una sola . “Todavía hay muchas preguntas que debemos hacer desde el punto de vista de ecología de poblaciones. La especie Lewini ha sido muy importante dentro de las capturas por más de sesenta años, nosotros la tenemos registrada en una investigación histórica, donde aparece de manera recurrente”, señala y agrega que la llamada población desovante (aunque las hembras no desovan, pues producen ejemplares vivos), donde está la población principal, conforma el núcleo del grupo, pero cuando la densidad general de la comunidad de tiburones disminuye, se desplazan hacia esa concentración.
 
Es así que los expertos tratan de entender las dinámicas de esos núcleos que en el caso de la especie Lewini ahora podrían estar entre el Golfo de California y Michoacán.
 
No se debe pasar un límite de uso de las poblaciones. En México tenemos muchos retos porque tenemos esta dualidad de uso: comemos su carne y exportamos las aletas, pero también tenemos que tener las estrategias claras para conservar y no sólo utilizar a las especies”.
Fuente: Tangible

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