Mérida. Yucatán a 21 de septiembre de 2019.- En un hecho histórico en Yucatán, representantes del Papa Francisco: el nuncio apostólico en México, monseñor Franco Coppola y el presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, el arzobispo Piero Marini, acompañados de la curia católica del país caminaron por la calles en procesión con el testimonial de la devoción a Jesús Eucaristía que forma parte de las actividades del VII Congreso Eucarístico Nacional.
Ese evento donde se realizan ponencias, foros y conferencias con diferentes obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), tiene como sede Mérida, inició el miércoles y finaliza mañana; el próximo congreso de esa magnitud será en el Estado de México en 2023.
Entre las actividades que se desarrollaron este sábado fue la misa multitudinaria misa que se concelebró en el estadio Carlos Iturralde al sur oriente de Mérida, donde se reunieron en una sola fe cristiana 13 mil personas, 21 obispos, 260 sacerdotes, 160 monaguillos y hermanas de la vida religiosa.
La emotividad de la ceremonia religiosa en donde hasta el arcoíris se «asomó» se vivió con la llegada y salida de las imágenes que embellecieron el altar principal de la Virgen de Izamal y el Cristo Negro de Sisal. Fueron más de 50 diócesis de todo el país, quienes oraban y mostraban su fe en Jesús.
Posteriormente esa multitud se trasladó a la calles de Mérida acompañados del Santísimo que fue colocado en una camioneta con una plataforma adornada con rosas y dónde fueron el arzobispo Piero Marini, el arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega y otros obispos.
Monseñor Franco Coppola no subió a la plataforma y caminó junto a sus feligreses 4.5 kilómetros hasta llegar a la Catedral de Mérida. Parte del trayecto fue custodiado por elementos de la Policía Municipal de Mérida.
Se calcula que participaron más de seis mil personas en la procesión, quienes iban rezando y gritando porras para Jesús. Hubo una parada en la Iglesia de Lourdes, donde se bendijo con el Santísimo a la Virgen Peregrina en su advocación mariana de Lourdes, mientras tocaban las campanas de la iglesia.
En el trayecto que fue toda la calle 65 varias fueron las familias que colocaran sus imágenes marianas y de Cristo en sus puertas y ventanas que adornaron con globos. Además regalaron aguas purificadas para la gente.
La Arquidiócesis de Yucatán, anfitriona del evento ha salido avante, debido a que última hora les cambiaron la sede que iba a ser en el Centro de Convenciones Siglo XXI, incluso los organizadores están muy contento de poder haber reunido a tanto feligreses en un solo evento para adorar a Jesús Eucaristía.
En su mensaje al concluir la procesión y el momento de reflexión ante el santísimo en el altar que se coloco frente la Catedral de Mérida, monseñor Coppola dijo que se sentía alegre y sobre todo caminar con Cristo junto a tantos feligreses, ya que antes estaba en una ciudad donde había pocos católicos.
«Ha sido un camino alegre, un camino escuchando desde dentro de nuestro corazón la alegría del Señor, llevémosla con nosotros, a partir de mañana a caminar con el Señor».
Información: Martha Chan.
