Sin categoría

Una justicia tardía

Fe de ratas

Una justicia tardía

Por José Javier Reyes

La repetición constante y descontextualizada de las famosas grabaciones del entonces gobernador del estado de Puebla, Mario Marín Torres, y el empresario textilero Kamel Nacif Borge, las ha transformado enfrases proverbiales, muletilla para infinidad de chistes y cartones políticos y hasta un ringtone popular.  Pero lo cierto es que las grabaciones filtradas a la prensa eran la prueba palpable de que un crimen atroz se perpetraba de parte de dos personajes que usaban las dos formas existentes del poder: el político y el económico.

El góber precioso” y el “rey de la mezclilla” hicieron populares expresiones que en otra circunstancia serían cómicas. Pero los hechos a los que se refiere la trampa preparada contra la autora de “Los demonios del Edén” rebasan y mucho este anecdotario.

Las grabaciones, dadas a conocer por el diario La Jornada en febrero de 2006 y difundidas por medios impresos y electrónicos de difusión nacional, revelan la magnitud de la agresión que Kamel Nacif preparaba en contra de la periodista: detenida en Cancún Quintana Roo el 16 de diciembre de 2005, es trasladada vía terrestre hasta la ciudad de Puebla, recorriendo los casi mil 500 kilómetros entre ambas ciudades. Según se ufana el propio Kamel en conversación telefónica con la persona identificada como Hubert: “Les dije, la traen a la hija de -ya la agarraron a las 12 del día-, les dije la traen en carro, a la hija de puta. Esposada. Si quiere mear, que se mee.”

En estas grabaciones, Nacif Borge narra la parte más abominable de esta historia: “ya le dije a Nakad (Hana Nakad Bayeh, empresario libanés a quien se acusó de explotar a los reos): La pones con las locas y las tortilleras’. (Risas de su interlocutor) “crees que estoy bromeando, ¿eh? Nomás que Juan controla ahí.

Lydia Cacho lo sabría de boca de una custodia del Cereso, quien le preguntó: »¿Usted es la de la tele, verdad? Tenga mucho cuidado, porque la van a violar». La pregunta de la periodista fue inmediata. “¿Cómo?”. »Pues con un palo». 

Hasta aquí resulta más que comprensible que se giraran las órdenes de aprensión contra Marín Torres, Nacif Borge y exsubsecretario de Seguridad Pública de Puebla Hugo Adolfo Karam Beltrán, también mencionado en las grabaciones. Pero ¿13 años después? ¿Y en plena campaña electoral por la gubernatura de Puebla? ¿Y cuando existen personajes en esa campaña claramente identificados con el grupo político de Marín?

La desafortunada frase del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que, si hay que escoger entre la ley y la justicia, “no lo piensen mucho, decidan en favor de la justicia”, se revela con toda su inexactitud. El Estado de Derecho implica que ambas, la ley y la justicia, deben coincidir cabalmente. Un líder social puede rubricar lo dicho por AMLO, pero el presidente de la República, no. Y menos aun cuando, al parecer, la negociación política está por encima de la ley y la justicia.

Botón volver arriba
error: Acción no permitida